A un lado de cómo nos movemos cuando decimos algo, está el tono y palabras que seleccionamos para comunicar lo que queremos. Cuando en la comunicación se tiene el propósito de influir en cualquier persona hacia el logro de objetivos en pro del bien común le llamamos Liderazgo (Hunter, 1999). Pero, ¿cómo tener el efecto deseado en cada uno de los miembros del equipo con los que se colabora para continuar el desarrollo profesional y alcanzar las metas establecidas en conjunto? No hay fórmula exacta para ello, ya que el tipo de liderazgo varía dependiendo de la persona; pero en definitiva recomendamos tomar en cuenta lo siguiente.
Uno de los principales efectos que cada líder debe considerar en cualquier comunicación que tenga con sus colaboradores es el inspirar: infundir o hacer nacer en el ánimo o la mente afectos, ideas, designios. (RAE, 2020). Fortificar e impulsar el crecimiento personal, en la medida de lo posible, de cada miembro del equipo es un factor elemental para lograr los objetivos en común.
De acuerdo al Profesor Titular de Universidad en el Área de Conocimiento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos, Carlos J. van-der Hofstadt Román (Alicante, España) la comunicación en cualquier contexto social se considera exitosa si incrementa la efectividad de lograr los objetivos planeados, mantiene o mejora la relación con la otra persona que se interactúa y potencializa la efectividad de mantener la autoestima de la persona. Pero lo cierto es que el acto comunicativo tiene su chiste, ya que es mucho menos simple de lo que parece, especialmente en el Liderazgo.
Por ello, se recomienda establecer el objetivo del mensaje
¿Qué quiero lograr como respuesta con este mensaje?
Una vez hecho esto, es necesario determinar el cómo, desde el tono que usaremos hasta las palabras, cuáles palabras queremos evitar en el discurso, y cuáles queremos recalcar. Todos recordamos claramente el “Te lo dije” que en alguna ocasión nos pudo llegar cuando los resultados de nuestras acciones no eran los ideales.
Sin embargo, la reacción o aprendizaje era diferente cuando se nos expresaba
“Hiciste un esfuerzo, pero no salió como esperabas.
En la siguiente ocasión te recomiendo….” Palabras que alientan a un segundo intento, a una mayor reflexión antes de actuar, además de que pueden estrechar lazos en los equipos de trabajo.
Un mensaje acompañado de una palmada de aliento, apretón de manos y una mirada honesta, por poner algún ejemplo, puede tener un efecto positivo muchísimo mayor del que a veces nos esperamos. Claro que hay ocasiones en las que palabras de corrección deban enfatizar la autoridad de una manera más directa y organizacional, sin embargo recomendamos siempre acompañarlas de un discurso inspirador. Recordemos que un buen líder siempre sirve a su equipo, por lo que palabras de aliento siempre son bienvenidas en cualquier momento, sobre todo al corregir.
Referencias Bibliográficas
Hunter, James. (1999) La Paradoja. Editorial Empresa Activa
Van der Hofstadt Román, Carlos J. (2005) El libro de las habilidades de comunicación: cómo mejorar la comunicación personal. Editorial Díaz de Santos, S.A. 2a Ed.
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Rebeca Soto Moreno
Coordinación y Logística – Punto Exacto Brand Architects
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